lunes, 2 de junio de 2014

Barroco y Teatralidad. Dávila Sotomayor Luis Enrique

El Barroco fue un período de la historia en la cultural occidental originado por una nueva forma de concebir las artes visuales (el «estilo barroco») y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc. Se manifestó principalmente en la Europa occidental, aunque debido al colonialismo también se dio en numerosas colonias de las potencias europeas, principalmente en Latinoamérica. Cronológicamente, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país. Se suele situar entre el Manimerismo y el Rocoó, en una época caracterizada por fuertes disputas religiosas entre países católico y protestantes, así como marcadas diferencias políticas entre los Estados absolutistas y los parlamentarios, donde una incipiente burguesía empezaba a poner los cimientos del capitalismo.
 La TEATRALIDAD es todo aquello referente a la estilización del teatro, las actuaciones, el tipo de obra, tipo de escenografía, cuál es el tema, cuál el conflicto, etc,; por su parte la TEATRALIZACIÓN nos remite al cómo se va construyendo toda aquella teatralidad, es decir, qué métodos se utilizaron tanto para la dramaturgía, como para la construcción de los personajes (trabajo actoral) y para los demás elementos que visten al teatro. En tanto que la fenomenología, como disciplina, se refiere a los significados, es decir, lo que representa cierto objeto para los demás y para uno mismo, entendiendo como objeto, una cosa, lugar, persona, hecho, fenómeno o situación.

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